Pese a que las ventas en este 2023 no crecerán a dos dígitos como años anteriores, Manitoba acaba de terminar una ampliación de su infraestructura productiva, lanza nuevos productos y renueva la imagen de la marca.

Gustavo Llano, cofundador de la compañía del Valle, explica los planes y las perspectivas del negocio.

¿En qué está Manitoba?

Estamos modernizando la imagen, haciéndola más limpia y amigable con el consumidor. Queremos ir a los orígenes de la tierra de donde vienen los frutos secos , que le transmita al consumidor el mensaje de que es sano consumir estos productos, ahora con este tema de los impuestos a los ultraprocesados y los sellos de advertencia.

¿Cómo es el trabajo con los empaques?

En este momento nosotros tenemos la línea de productos llamada Consciente que tiene un 30% de papel, lo que disminuye el uso del plástico.

Estamos en el análisis de que la línea tradicional de Manitoba también trabaje en esa dirección, para adoptar empaques con menos aluminio pero con la misma durabilidad. No será algo que se defina de hoy a mañana pero vamos hacia ese objetivo. De hecho, nuestros envases de las cremas de almendras, maní y marañón, son envases reciclables. Eso es muy importante.

¿Cómo ha reaccionado el consumidor a los sellos?

En los sellos estamos tratando, en la medida de lo posible, de tener productos con la menor cantidad de sellos o sin sellos. En la línea Consciente tenemos prácticamente todos los productos sin sellos y en la línea Manitoba estamos trabajando en reformulaciones de muchas de nuestras mezclas para cumplir la norma. Y trabajamos para reducir el contenido de sal o de azúcar de tal manera que no tengamos que llevarlos, ni tener la condición de ultraprocesados.

¿Cómo van en materia de exportaciones?

Nosotros estamos en 12 mercados, algunos intermitentes, de Centroamérica y en Suramérica, y en El Caribe. El tema de la exportación de alimentos es complejo porque cada país tiene una legislación muy compleja en el tema de los sellos. Ese es el caso de Chile, Perú, Ecuador, México, por citar algunos de los mercados. Eso implica tener empaques apropiados para cada país.

¿Del total de ventas, a cuánto equivalen las exportaciones?

Cerca del 20% y nuestro objetivo es llegar al 30% porque hemos crecido muy bien en el mercado colombiano, aunque este año no ha sido tan dinámico. Hemos experimentado una disminución que, creo, es general, en el consumo.

¿Pero lograrán crecer este año?

Vamos a lograr crecer muy poco. El crecimiento de este año va a ser muy inferior al de los últimos cinco años, cuando veníamos con aumentos de dos digitos.

¿Cuánto vendieron el año pasado?

El año pasado alcanzamos 1.000 toneladas mensuales. Este año registraremos un descenso en volumen también.

¿Qué han tenido que hacer para dinamizar el mercado?

Hemos trabajado en muchas direcciones. Hemos sacado cuatro nuevos productos: Mix Platanitos, Crema de maní Crunchy, Maní limón pimienta y maní con caramelo & sal. Estas nuevas referencias hacen parte de la línea original de la compañía.

¿En qué otros desarrollos avanzan?

Estamos trabajando con mezclas con cacao colombiano y açaí de nuestra selva y eso ha sido muy interesante. Estamos trabajando en marañón del Vichada y en tratar de aumentar las compras nacionales, a ver si logramos que el producto colombiano sea más competitivo en precio, hay una oportunidad muy grande en esos productos.

¿Tienen alguna inversión en la planta?

En este mes terminamos el nuevo centro de distribución. Y en la planta hicimos una adquisición de equipos entre el 2022 y comienzos de este año. La ampliamos en su capacidad y construimos un nuevo centro de distribución que queda fuera de las instalaciones de Manitoba, para poder ampliarnos. Eso requirió inversiones importantes.

¿Y en qué capacidad queda la planta?

Estábamos con una capacidad copada de 80% pero entonces ahora quedamos con una capacidad del 60%. Eso es nos tiene contentos por lo que podemos hacer, pero nos tiene preocupados porque necesitamos ahora poner a andar esa capacidad nueva. Para eso necesitamos que haya una dinámica y medidas del Gobierno que le ayuden a dar fuerza a la industria y que proteja la inversión privada y el empresariado. Aquí generamos más de 700 empleos. Creo que es importante para el suroccidente del país, que es tan complejo.

¿Qué expectativas tiene ahora que cambian los mandatarios regionales en el Valle y en Cali?

Las expectativas son muy buenas, especialmente en Cali, es una ciudad que viene muy deteriorada, lo puedo decir abiertamente y no es un secreto.Hay una inseguridad urbana impresionante, hay una anarquía. Después del famoso paro quedó muy golpeada. Entonces estamos seguros que con el alcalde electo Alejandro Eder vamos a volver a la Cali que debe ser.

CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
Periodista Portafolio